Jóvenes de Extremadura y Comunidad Valenciana viajan a Perú para impulsar y aprender sobre el derecho a la educación desde una ciudadanía global
Entre el 22 y el 31 de agosto, un grupo de siete representantes de la Red Solidaria de Jóvenes (RSJ) de Extremadura y Comunidad Valenciana —cuatro jóvenes, dos educadores y una técnica de Ciudadanía— viajó a Perú con un propósito común: tejer redes, fortalecer la participación juvenil y aprender en el marco de la red Generación 21+.
El viaje, lleno de emoción, intercambio y aprendizajes, se enmarca en el compromiso de la RSJ de generar espacios de encuentro intercultural y educativo entre jóvenes, educadoras y educadores de España y Perú. El objetivo fue diseñar y compartir estrategias educativas que fortalezcan competencias para la igualdad, la convivencia intercultural y la defensa de los derechos humanos, tanto a nivel local como global.
Primeras paradas: Lima y el norte del país
La experiencia comenzó en Lima, donde el grupo visitó dos Fe y Alegría de la ciudad y participó en formaciones juveniles centradas en el autoconocimiento y el amor propio. Allí, María Hernández, joven de Extremadura, destacaba: “Además de la lucha contra la discriminación y otros muchos retos a los que le hacemos frente en nuestras redes día a día. Sin duda, los momentos de convivencia y diálogo fueron los más importantes para mí”.
Tras la capital, el grupo viajó hacia el norte para visitar las instituciones educativas de Pucará y Jaén. En Pucará, toda la comunidad escolar preparó una cálida acogida con dinámicas, bailes y gastronomía local. En Jaén, durante dos días, se compartieron clases con las y los jóvenes, además de conceder una entrevista a Radio Marañón. Allí, Jairo Pérez Olivero, profesor de religión en el IES Javier García Téllez de Cáceres, reflexionaba: “En este viaje he comprobado que los jóvenes son jóvenes independientemente del país que procedan, que todos tienen inquietudes y problemas. Que todos buscan solucionar la injusticia social en la que viven. Lo único que les falta es acompañamiento y escucha para ello”.
Encuentros y aprendizajes
Cada visita fue una oportunidad para conversar sobre liderazgo, autoestima, participación y construcción de ciudadanía. Las y los participantes recogieron testimonios sobre:
- Las causas de la desigualdad social y educativa en contextos urbano-marginales y rurales.
- Los retos para garantizar la igualdad en el acceso a una educación técnica de calidad.
- La importancia de trabajar en el aula la diversidad para fortalecer la inclusión.
- La importancia de la educación en habilidades y competencias que favorezcan el emprendimiento y un futuro digno.
Para María Hernández, estos aprendizajes fueron decisivos: “Esta experiencia nos ha dado la oportunidad de aprender de ellos y su trabajo como Red Generación 21+, de enriquecernos de experiencias que traemos a España, a nuestras redes. El viaje a Perú ha sido una experiencia inolvidable, y he aprendido una de las cosas más importantes: Da igual de donde provengamos, si trabajamos unidos, conseguiremos el cambio”.
Bárbara Lara, la técnica de ciudadanía de Entreculturas reconoce : “Es muy inspirador y motivante (especialmente en los tiempos que corren) escuchar a jóvenes conversar y reconocerse en las inquietudes compartidas pero sobre todo, alentarse a seguir participando, a seguir siendo motores de cambio porque creen en su poder transformador”
Inmersión en el Amazonas
La última etapa tuvo lugar en la misión Wachapea, en Chiriaco, en plena Amazonía. Allí, el grupo convivió durante 48 horas en una residencia educativa compartiendo clases, comidas, talleres culturales y actividades deportivas con estudiantes Awajún. Fue un tiempo de integración plena en la vida cotidiana de la comunidad.
Para Lola Paulino Rodríguez, joven de Comunidad Valenciana, este contacto fue transformador: “Ves que a pesar de todas esas diferencias no dejamos de tener las mismas inquietudes, lo que nos une y nos hace más fuertes. Me llevo algo de cada una de las instituciones que he visitado, experiencia, cultura, pero sobre todo personas”.
Al finalizar el viaje, Lola añadía: “Estoy segura al decir que no soy la misma que al ir, este viaje me ha hecho pensar, reflexionar y descubrir un poquito más quién soy”.
Una experiencia que transforma
En cada etapa, las y los jóvenes españoles confirmaron que, pese a la distancia, comparten inquietudes y aspiraciones con la juventud peruana. Como señaló Jairo Pérez: “Con esta experiencia que he vivido, he podido comprobar que la educación se necesita. Que es la base de la convivencia, la justicia social, el crecimiento personal”.
De este modo, la experiencia vivida en Perú no solo fortaleció la colaboración entre la Red Solidaria de Jóvenes y la Red Generación 21+, sino que se convierte en una herramienta concreta para seguir construyendo, desde las aulas de España, un mundo más justo, igualitario y sostenible, donde el derecho a la educación sea una realidad para todas y todos.