La Red Solidaria de Jóvenes viaja a Guatemala
El fomento de la participación juvenil es la clave. Somos muchas las organizaciones y corrientes educativas que llevamos años defendiendo el potencial del impulso de la participación juvenil en el desarrollo integral de las nuevas generaciones.
En primer lugar, porque se trata de una competencia fundamental en cualquier democracia, en la que la ciudadanía está llamada a formar parte de la configuración de su sociedad. A participar se aprende participando, y es necesario brindar a las y los jóvenes, desde las edades más tempranas posibles, espacios de participación grupal, en los que puedan aprender las habilidades, actitudes y valores necesarios para la participación, y en los que puedan experimentar todo lo que pueden lograr impulsar trabajando de forma colectiva.
En segundo lugar, porque tras las crisis de la COVID-19, estamos ante un nuevo escenario social en el que observamos una gradual pérdida de habilidades y actitudes básicas en nuestras y nuestros jóvenes. Formar parte de un grupo de participación juvenil, permite que las y los jóvenes mejoren tanto su autoconocimiento y autoestima, como que desarrollen habilidades sociales relacionadas con la expresión verbal, la toma de decisiones, el trabajo en grupo y la organización colectiva, algunas de ellas especialmente deterioradas por el periodo de aislamiento ocasionado por la COVID-19.
Además, si a estos procesos de participación juvenil, le incluimos un enfoque de Educación para la Ciudadanía Global, haciendo que estos se orienten hacia retos globales del desarrollo como la defensa del medioambiente, la igualdad de género, la interculturalidad y la cultura de paz, y que además pongan en común a grupos de jóvenes de distintos países, tenemos una experiencia educativa altamente transformadora.
Esto es lo que desde Entreculturas buscamos promover a través de nuestro programa juvenil Red Solidaria de Jóvenes, en él que grupos de jóvenes de más de 9 Comunidades Autónomas españolas se forman sobre los retos globales de nuestro tiempo y diseñan y protagonizan acciones de sensibilización, formación, movilización, incidencia y comunicación en sus entornos para trabajar por la justicia social. La pertenencia de esta Red al programa de participación juvenil Red Generación 21+, que reúne a grupos de participación juvenil de más de 21 países de América del Sur, África y Europa, la configura como una verdadera experiencia de Educación para la Ciudadanía Global.
GUATEMALA: UNA EXPERIENCIA QUE ABRAZA FRONTERAS
Para vivenciarla, el pasado mes de julio, dos jóvenes participantes de la Red Solidaria de Jóvenes, junto a una de sus educadoras acompañantes, una voluntaria de Entreculturas y dos técnicas del equipo viajamos a Guatemala. El objetivo del viaje fue conocer diferentes centros educativos de Fe y Alegría en el país, y reunirnos con los grupos de su programa de participación juvenil Protagonismo Juvenil Organizado, pertenecientes a su vez a la Red Generación 21+.
En total, visitamos 4 centros educativos situados en los alrededores de Ciudad de Guatemala y en la provincia de Quiché, y asistimos al Encuentro Intercentros en el que pudimos reunirnos con representantes de distintos grupos juveniles de la zona. Allí encontramos a grupos de jóvenes altamente comprometidos con su realidad internacional y nacional, que tienen muy claro qué tipo de mundo quieren, y que a través de las acciones que ponen en práctica en sus grupos de participación juvenil, tratan de hacerlo realidad.
A través de esos encuentros, pudimos poner en común sobre qué y cómo estamos trabajando desde los distintos grupos juveniles tanto de España como de Guatemala, y explorar cómo podemos seguir trabajando juntas. Este tipo de experiencias provoca que las y los jóvenes descubran que, a pesar de la distancia geográfica, tanto sus intereses como los temas que les importan y sobre los que trabajan son completamente similares, y que es mucho más lo que les une que lo que les separa. La sensación de red y pertenencia a un movimiento internacional se arraiga, dando peso e importancia a su capacidad de acción con conclusiones como “no estamos solos” o “somos muchos y muchas aportando a los mismos fines”. Además, realizar estos viajes internacionales, interactuar en medios sociales y culturales distintos y actuar como representantes de su Red mejora sus habilidades de socialización y expresión verbal en público, permitiéndoles participar en experiencias que no se hubieran creído capaces de experimentar previamente.
IICÍA, VALENTINA, PATRICIA Y SOLEDAD: UNA HISTORIA CONTADA DE PRIMERA MANO
Esto puede apreciarse en el testimonio de Icía Iglesias, joven participante en la Red Solidaria de Jóvenes de Entreculturas en Galicia, a través de su participación en las Casas da Mocidade.
“Hola soy Icía una voluntaria de Entreculturas de Galicia que fue a Guatemala el 8 de julio de 2023. Este viaje para mi significó mucho y me hizo crecer mucho como persona estoy muy agradecida de que me hubieran elegido y que confiaran en mí para hacer este viaje. El primer día que estuvimos con en los centros me emociono estar allí y me gustó ver lo mucho que he aprendido de ellos me llevo unos momentos muy bonitos, graciosos y emotivos, también por convivir una semana con unas personas que no conocía, una semana lejos de mi casa. Yo hace más o menos dos años que entré en Entreculturas y el primer encuentro de principio no fui porque me daba cosa he de admitirlo y desde que fui al Encuentro Global de la Red Solidaria de Jóvenes de Madrid, que allí también conocí a gente de diferentes países, aprendí la importancia de querer cambiar mundo.
Pero en este viaje lo que hay que remarcar es que me enseñó la importancia de que a pesar de los recursos que tengas, no puedes rendirte ya que nunca vas a estar solo siempre va a haber una o más manos que te van a ayudar. Fe y Alegría hace una gran labor y lo que más me llena de este viaje es ver la importancia que le ven a la educación y el trabajo que hay detrás de todo que es un esfuerzo muy grande. Para finalizar quiero decir que yo volvería otra vez y prometo ir mejorando la timidez. Gracias por todo”.
Su participación en el viaje le permite valorar la importancia de trabajar por las causas globales, al tiempo que puede descubrir y desarrollar habilidades personales necesarias para su desarrollo integral. Así lo expresa también Valentina Paredes, joven participante en la Red Solidaria de Jóvenes de Entreculturas en Galicia, a través de su participación en la organización Movilidad Humana.
“Estuvimos 6 días en la Ciudad de Guatemala conocí distintos centros educativos y lugares históricos como la plaza central de la Ciudad de Guatemala, en la que pudimos escuchar las historias sobre la ciudad y sus alrededores, así mismo de los alumnos del centro educativo y compartir un poco sobre mí, también pudimos hacer diferentes actividades con los jóvenes que pertenecen a PJO (Protagonismo Juvenil Organizado), jóvenes que al igual que yo tienen ganas de educarse y luchar por ese derecho.
De todo lo que pude aprender sobre ellos y la cultura, lo más importante a resaltar fue que, a pesar de todas las dificultades que pudieron haber tenido y tener en la actualidad, debido a distintas circunstancias del país e individuales, siguen luchando un futuro mejor y tienen muchísimas ganas de comerse el mundo, de mejorar su entorno. Me siento afortunada de haber tenido esta experiencia y poder compartirla, ya que esto me hace sentir motivada para seguir participando en RSJ y sacarle provecho a ese espacio que me fue brindado”.
Este tipo de reflexiones continúa desarrollándose una vez que las y los jóvenes abandonan el programa, tal y como podemos ver en el caso de Patricia Meléndez, ex participante del programa Red Solidaria de Jóvenes en Galicia y voluntaria de Entreculturas.
“Ya han pasado unos días desde que regresamos de Guatemala y lo que tenía miedo de que fuese una impresión temporal ha quedado demostrado que no, ahora mi visión de la realidad es distinta.
Durante una semana recorrimos distintos centros educativos de Fe y Alegría Guatemala, en todos ellos nada más entrar nos alegraba e incluso podía que llegase a darnos envidia, ver como los niños y niñas, también los no tan peques ya más adolescentes, estaban felices en el colegio y valoraban la oportunidad que tenían de estar allí, puesto que sabían que estudiar es el medio por el que pueden lograr un futuro mejor. Además, el equipo docente junto al directivo se notaba realmente motivado y con vocación, tratando de cuidar a sus estudiantes y de aportarles mucho más que conocimientos sobre matemáticas o lengua, dando especial importancia a los valores, a la salud mental y a la participación juvenil.
Concretamente, con los grupos de participación juvenil fue con quienes pudimos tener más contacto por medio de talleres en algunos centros e incluso la participación en el Encuentro Intercentros. Yo ya conocía el gran potencial de los grupos de Protagonismo Juvenil Organizado (PJO), que serían el equivalente a la Red Solidaria de Jóvenes (RSJ) aquí en España, puesto que como parte de la Red Generación 21+ tuve la oportunidad de coincidir con un par de jóvenes de Guatemala en el Encuentro Internacional de la Red 21+. Fue increíble poder escuchar sus opiniones y sus aportaciones, sobre todo en un momento políticamente complicado y que pese a no tener la mayoría de edad fuesen conscientes de que su opinión también importa y conozcan las problemáticas del país”.
El viaje constituye una experiencia también para las educadoras y educadores que forman parte de la Red Solidaria de Jóvenes, como podemos apreciar en las palabras de Soledad Lucero Toapanta, miembro de la entidad Movilidad Humana, participante en la Red Solidaria de Jóvenes en Galicia.
“¡Es difícil escribir sentires! Hace ya 8 días que llegamos de Guatemala y sigue quemándome en el alma todas las emociones, experiencias, discursos, los chico/as, todos los educadores, todos los paisajes, las vivencias, todas las vidas. Las ilusiones, los sueños, las dulces sonrisas y las miradas esperanzadoras, que en cada una de las personas con las que tuvimos la suerte de compartir regalaron a mi vida.
Como educadora que acompañó al grupo pude disfrutar de este viaje. En la mochila no llevaba nada, pues era consciente de que todo serían aprendizajes, esos que se quedan en el alma y te transforman. No hay ningún segundo del viaje que no me regalara sentires, compartir, ilusión, alegría, esperanza, admiración, dolor, impotencia, miedo a acomodarme, miedo a quedarme en la pena y el paternalismo, miedo a no entender el fin de este viaje, pero sobre todo mucha gratitud y esperanza de estar en el Abya Yala y poder recargar fuerza, valentía, lucha, constancia y sobre todo Amor, porque eso es lo que define como marco los actos de cada educador, de cada centro de Fe y Alegría, así como cada Técnico en la Oficina Nacional de Guatemala.
Con una mirada que construye tengo que decir convencida de que el sueño de aquel sacerdote por hacer una educación transformadora tenía sentido y se puede ver, oír y sentir en los Centros de Fe y Alegría Guatemala. En las palabras de las y los jóvenes, se puede sentir esa esperanza y esos sueños asentados de muchas y muchos. La construcción colectiva que es como se transforman los pueblos, ser conscientes de la situación del país es muy importante, pero tener claro que ellas y ellos son parte del futuro y de esa solución a través de la formación me resultó muy edificante.
La fuerza de construir algo nuevo sin olvidar las raíces fue lo que aprendí en uno de los colegios que me hizo entender que un pueblo sin raíces no puede construir un futuro. Pude también ser testiga de cambio en las jóvenes que fueron, un cambio desde el primer día al último, y eso me llenaba de alegría y de esperanza ya que me retumbaba en todo momento la pregunta de, “y cuando volvamos, ¿qué?”.
Ahora, el compromiso de seguir haciendo camino y entretejiendo y acuerpando todo lo que nuestros jóvenes aquí necesiten para no olvidar y compartir que hay gestos de amor como cuidar el agua o la comida, como sonreír en este mundo donde vamos con prisas.
Yupaichany dicen en mi tierra, por esta gran experiencia y espero tatuar en mi alma, mente y corazón cada lugar, cada mirada, cada lucha y cada sonrisa generosa. Hasta que la dignidad se haga costumbre”.
MOTIVAR, ACTUAR Y CAMBIAR: LA ESTRATEGIA DE LA RED SOLIDARIA DE JÓVENES
Las palabras de Soledad incluyen la pregunta más importante del viaje. Al volver, ¿qué? Este tipo de experiencias buscan movilizar y llenar de razones a las personas que trabajan por el bien común para seguir protagonizando estos procesos. Para las educadores y educadores, deseamos que nunca pierdan la fe en que este tipo de práctica educativa es la que verdaderamente puede impulsar el desarrollo integral de sus grupos. Para las y los jóvenes, queremos que sientan que no están solos ni solas, que tienen a cientos de grupos trabajando por sus mismas causas y a amplias redes de educadoras y educadores que creen en ellas y ellos. Para continuar viendo en los próximos años todo lo que son capaces de hacer. Desde Entreculturas seguiremos apoyando este tipo de enfoque educativo, en un escenario en el que estamos convencidas de que es más necesario que nunca.