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25 de noviembre de 2025

Jóvenes de la Red Generación 21+ llevan la voz de la educación a la COP30

En la COP30, mientras los titulares se concentran en los acuerdos de descarbonización o en los compromisos financieros, un grupo de jóvenes de la Red Generación 21+ ha recordado que la crisis climática también atraviesa las aulas. Lanzamos un llamado urgente: “poner el derecho a la educación en el centro de la agenda climática global, de cara a un futuro sostenible y saludable para todas las personas”.

Camila y Beatriz, jóvenes representantes de la Red, participaron en esta cumbre internacional para llevar la voz de jóvenes que se preocupan o que ya viven los efectos del cambio climático. Ambas se suman al mensaje colectivo que afirma que “la crisis climática es también una crisis educativa, social y ética”, y que sin justicia socioambiental no puede haber educación integral, inclusiva ni de calidad.

Hoy, casi 1.000 millones de niñas y niños viven en países con riesgo extremadamente alto debido al cambio climático, y 242 millones de estudiantes en 85 países han visto interrumpida su educación por fenómenos climáticos. En palabras del manifiesto de la Red, “educar es resistir y cuidar es transformar”, especialmente en un contexto donde la desigualdad y la emergencia ambiental avanzan de la mano.

Durante la COP30, Camila ha sido parte de los espacios de incidencia y diálogo con jóvenes de todo el mundo. Desde su experiencia, representa a una generación que entiende que la acción climática empieza en las escuelas y en las comunidades. Camila menciona que  “estuvo cargada de escucha activa, análisis y reconocimiento de las realidades que atraviesan múltiples territorios, escuelas, infancias y juventudes que hoy enfrentan con valentía los efectos de la crisis climática”

Por otra parte, Beatriz añade que “La presencia de voces jóvenes, especialmente de América Latina, en espacios como la COP30 es fundamental porque somos nosotros quienes vivimos directamente los impactos de las desigualdades ambientales, sociales y educativas”.

Las y los jóvenes de la Red han presentado siete demandas concretas a los Estados y gobiernos presentes en la COP30, entre ellas la priorización de una educación transformadora, ecosocial y crítica, la financiación de infraestructuras educativas resilientes ante eventos extremos, y la garantía de inclusión intergeneracional y justicia social, con la participación vinculante de juventudes —especialmente mujeres jóvenes, indígenas y de contextos marginados— en las decisiones climáticas nacionales.

Fe y Alegría también ha insistido en la necesidad de cancelar la deuda externa ilegítima y reconocer la deuda ecológica histórica, asegurando que los recursos públicos se destinen al fortalecimiento de servicios básicos como la educación, el agua, la salud y la energía limpia. Además, reclaman la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles antes de 2030 y la activación inmediata del Fondo de Pérdidas y Daños con acceso directo para comunidades afectadas.

Beatriz, participante brasileña de la Red, ha compartido su mirada desde una región donde los impactos del cambio climático son especialmente visibles en la vida cotidiana y en la educación de las comunidades más vulnerables. Beatriz destaca qué importancia tiene que voces jóvenes, especialmente de América Latina, estén presentes en espacios como la COP30 “Nuestra presencia le recuerda al mundo que la crisis climática no es solo un debate técnico, sino que se trata de vidas, de esperanza y de la justicia que queremos ahora, en el presente”.

Además, promueve la participación juvenil y la importancia de estar en espacios de toma de decisiones “Cuando una joven ocupa este espacio, abre el camino para muchas otras. Así es como seguimos adelante: con valentía, colectividad y compromiso con el mundo que queremos construir”.

La participación de Camila y Beatriz simboliza el compromiso de una juventud que no se conforma con ser observadora del futuro, sino que actúa para transformarlo. Su presencia en la COP30 refuerza el mensaje de que la educación no es un tema lateral, sino una herramienta esencial para enfrentar la crisis climática.

En palabras del manifiesto, el futuro del planeta también se juega en las aulas, en los patios y en las comunidades educativas de las periferias, donde día a día se siembra la esperanza. Ahora, regresan a compartir su experiencia con más detalle y Camila envía un mensajeLa Red Generación 21+ vuelve a casa con la convicción renovada de seguir impulsando procesos educativos que formen ciudadanía crítica, compromiso ambiental y participación real en la construcción de futuros más justos y sostenibles”.

 

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