En respuesta a los estragos ocasionados por la DANA que afectó a varias localidades de la Comunidad Valenciana, Entreculturas ha impulsado el Espai Xarxa Solidària, una propuesta que nace como espacio de cuidado, escucha y acción para adolescentes y jóvenes de centros educativos directamente impactados por las inundaciones.

 

Más de 500 estudiantes y 23 docentes de tres centros han participado en esta experiencia presencial, que se ha desarrollado en “La Purísima”, una antigua casa reconvertida en espacio de respiro seguro. A lo largo de diez jornadas, las y los jóvenes han tenido la oportunidad de salir de sus aulas, encontrarse en un entorno natural, compartir vivencias y reflexionar en torno a la reconstrucción social desde una perspectiva solidaria y participativa.

A través de dinámicas cooperativas, juegos reflexivos y círculos de escucha, el alumnado de ESO ha trabajado el respeto mutuo, el cuidado colectivo y la importancia de su implicación como agentes de cambio en su comunidad. “Atender esta parte emocional y seguir hablando de reconstrucción era importante, pero haciendo el proyecto nos hemos dado cuenta de que es mucho más importante de lo que pensábamos”, señala Bárbara Lara, técnica de ciudadanía en Entreculturas Valencia.

El objetivo no ha sido solo acompañar el proceso emocional tras la emergencia, sino también reforzar la identidad de estás y estos jóvenes como ciudadanía activa. El Espai Xarxa ha promovido la conciencia sobre los desafíos medioambientales, el impacto del cambio climático y la necesidad de actuar de forma conjunta para afrontar las consecuencias que deja una catástrofe como esta. “Ellos y ellas son parte de la recuperación y reconstrucción”, añade Bárbara Lara. “Siguen teniendo una voz y un rol activo en esto”.

El profesorado participante ha valorado muy positivamente la experiencia. Mar Vilanova, docente de uno de los institutos implicados, destaca: “Yo creo que ha sido increíble ver cómo han respondido de una manera tan positiva ante una situación tan imprevisible y tan dura como la que nos ha tocado vivir”.

Los mensajes de agradecimiento de los centros no se han hecho esperar. Uno de ellos escribía: “Lo primero quiero decirte que l@s alumnos han vuelto todos super contentos de la actividad, lo han pasado genial y los profesores me han comentado que también lo han pasado bien y que les ha gustado mucho. Vuestro gesto solidario ha sido muy importante y provechoso”. Otro añadía: “Tanto los alumnos como nosotros llevamos un curso muy duro y viene muy bien alguna liberación como esta. De hecho, un profesor me ha pedido ir otra vez”.

El impacto del Espai Xarxa va más allá de estas jornadas. La experiencia ha abierto nuevas oportunidades de colaboración con los centros participantes, con la mirada puesta en seguir trabajando desde la educación para la ciudadanía global, la solidaridad y la participación juvenil…«Porque ellas y ellos tienen mucho que decir… y mucho que aportar.»