«Que el futuro nos pertenece, que esa utopía con la que llevamos tanto tiempo soñando hoy es un poquito más real» : Irene y Alejandro de la Red Solidaria de Jóvenes
Irene de la Vega y Alejandro Seva, ambos parte de la Red Solidaria de Jóvenes de Alicante desde hace 4 años, han querido compartir su experiencia de participación en el VI Encuentro Global de la Red Solidaria de Jóvenes y del Encuentro Internacional de la Red Generación 21 de la pasada semana en Madrid.
«Han sido solo cuatro días, pero han sido suficientes para sentirnos parte de un grupo y contagiarnos de todas las inquietudes que nos mueven. Llegamos el jueves por la tarde a la Sede Central de Entreculturas en Madrid. Enseguida nos incorporamos a unas dinámicas en las cuales tuvimos la primera toma de contacto. Estuvimos con jóvenes de 10 nacionalidades distintas. Hablamos de las diferentes formas de actuar para poner solución a distintas situaciones. Empezamos a sentir que sí, que sí que había más personas concienciadas y dispuestas a cambiar las cosas. Con ellas conviviríamos los tres días que nos esperaban, que ganas teníamos de compartir momentos y hablar con cada una de ellas.
El mismo jueves por la tarde llegamos al espacio donde nos alojaríamos el fin de semana. Llegó la hora de la velada intercultural donde disfrutamos de los bailes, tradiciones y cultura típicos de cada país. Durante las exposiciones y danzas, allí observándonos los unos a los otros, nos dimos cuenta de la importancia personal de la cultura e identidad. El viernes comenzamos con la presentación de la red Generación 21, definida por las tres ideas fuerza: somos red generación 21; no dejamos de ser lo que somos, pero aportamos a la red y somos agentes políticos de transformación social. La red es una forma de mantenernos en contacto, a pesar de la distancia y las diferencias, para aprender nuevas iniciativas, comunicarnos, darnos ideas, y compartir todo lo que vamos consiguiendo cada uno en nuestra pequeña parte de mundo.
Tras hablar de todo lo que esta red abarca, hicimos una actividad en la que se nos planteó el problema: la educación que reciben la mayoría de los jóvenes no les proporciona lo necesario para conseguir un empleo. El objetivo que teníamos era buscar soluciones y métodos contrastando realidades. Por primera vez nos sentimos agentes de cambio. A la tarde nos planteamos qué era aquello que más nos indignaba. Agrupados según nuestras respuestas nos reunimos de nuevo para buscar soluciones. El objetivo que teníamos era redactar un plan de acción, para después, mediante consenso, elegir cuál de todas las ideas llevamos a cabo. Fue muy bonito poder hablar de un mismo problema y una misma solución aplicada a distintas situaciones políticas, económicas y sociales. Escuchar otra manera de vivir.
Fuimos los jóvenes los que decidimos como se conformaría esta red, y nos sentimos protagonistas de nuestra propia iniciativa. Fuimos nosotros los que unidos por un sueño, aterrizamos con respuestas concretas, viables y reales.
Al atardecer llegaron el resto de compañeros, y después de unas jornadas de acogida asistimos todos a un acto basado en los objetivos del 2030. Una utopía de un futuro, en la que se cumplen los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Nos dimos cuenta de que realmente éstos dependen del presente. Fue un potente mensaje que de hecho dio sentido a unos juegos en los que participamos después. En ellos sacamos como conclusión que somos nosotros lo que va a determinar que las cosas mejoren o no. Los dos siguientes días del encuentro estuvieron marcados por unos talleres acerca de la igualdad de género y la biomímesis, enfocados a un futuro mejor, en igualdad y medio ambiente, el cual lograremos desde la educación.
Llegó el dia de marcharse. Últimos momentos junto a muchas personas que sentíamos ya muy cercanas, y estaban a punto de alejarse, posiblemente, para siempre. En el acto de clausura se habló de lo que habíamos sentido estos días. Se respiraba esperanza, y a la vez nostalgia de un pasado aún presente y mucha emoción.
Esta reunión de jóvenes tan diversos traía previsiblemente que cada uno de nosotros volvamos a nuestras casas con pensamientos, experiencias y puntos de vista de todo el mundo. Ha sido una experiencia muy enriquecedora a nivel personal, pero, lo que es más importante, supone una motivación para la difusión del mensaje al cual nos comprometemos. Hemos podido sentir que a pesar de todo lo que nos diferencia, las inquietudes que compartimos nos unen mucho más. Que el futuro nos pertenece, que esa utopía con la que llevamos tanto tiempo soñando hoy es un poquito más real. Que hemos abierto los ojos, y nos hemos cogido de la mano formando así esta red, que somos conscientes de que el futuro, el cambio, depende de nosotros, de nuestra iniciativa. Y este compromiso social puede ser aquello que le da sentido a tu vida. «