Entreculturas lanza “La Tierra es nuestra mejor escuela”
Los últimos datos de la UNESCO apuntan que hay en el mundo 263 millones de menores sin escolarizar, de los cuales, 25 millones nunca irán a la escuela. El año pasado la comunidad internacional se comprometió con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y específicamente con el ODS4 a “Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos” antes de 2030. Para que esto se cumpla, es necesario que se dedique la financiación adecuada a educación.
El hecho educativo no puede desvincularse del entorno físico, político y social ya que tiene vínculos con problemas sociales, económicos, políticos y medioambientales que entran en las mochilas de los chavales cuando llegan a las aulas. Este año Entreculturas quiere llamar la atención sobre las consecuencias que la degradación del medio ambiente tiene en el cumplimiento del derecho a la educación y sobre la potencialidad que tiene la educación como generadora de un desarrollo sostenible, tal y como recoge el Informe que acompaña la campaña “La Tierra es nuestra mejor escuela”.
Durante el lanzamiento de la campaña, Raquel Martin, Directora de Comunicación de Entreculturas, agradecía al Colegio María Reina de Madrid y a los periodistas su participación. «Un año más Entreculturas sale a la calle en este momento de vuelta al cole con la Silla Roja para reivindicar que una de las causas que genera dificultades para ir al colegio es el deterioro del medio ambiente. Como puede ser el caso de los refugiados climáticos somalíes que tiene que huir de la sequía y se encuentran en campos de refugiados de Etiopía”, explicaba Raquel Martin.
Y es que, efectivamente «en los últimos años el número de desplazados por causas medioambientales no ha dejado de aumentar. Si a principios de este siglo había 25 millones de desplazados por esta causa, sólo en 2014 había 19 millones, 530 millones de menores viven en zonas de alto riesgo de inundaciones», explicaba Irene Ortega, del Área de Ciudadanía de Entreculturas. La educación se convierte en un medio único para hacer frente a la crisis medioambiental y a sus efectos. La educación es una palanca de cambio para construir un nuevo paradigma eco-social. La educación es el germen para que florezca otro mundo posible, ya que tiene la capacidad de formar una ciudadanía consciente, comprometida y articulada, que apueste con determinación por transformar nuestro planeta en un lugar donde todos y todas podamos gozar de nuestra dignidad en armonía con un medio ambiente sano. “La educación nos aporta resiliencia frente al deterioro, frente a modelos económicos y estilos de vida devastadores, nos aporta creatividad para nuevas alternativas” explicaba Irene.
En España y en Salvador: Transmitiendo valores de cuidado del medio ambiente
En este marco surgen las dos iniciativas que se dieron a conocer durante la presentación de la campaña: la del Colegio María Reina de Madrid y la del Colegio La Merced en Salvador.
Rubén del Castillo, Director del Colegio de Madrid afirmaba que “todos somos corresponsables, cuidar la Tierra es cosa de todos. Esto es lo que intentamos transmitir a nuestros estudiantes que, a través de pequeños cambios, se pueden cambiar muchas cosas. Si dentro del colegio cuidan el medio ambiente, fuera también lo harán”. Y así lo transmitía Álvaro Rodríguez, uno de los estudiantes del colegio, “Es importante tener claro que nuestros actos también tienen repercusión en nuestro entorno, en el colegio hemos hecho varias actividades para cuidar el medio ambiente como poner carteles con indicaciones, reciclar y reutilizar adecuadamente. Nuestro colegio estaba limpio y nos dimos cuenta que con gestos pequeños podemos cambiar el mundo”.
Pequeños gestos como los que también hacen los Guardianes Ambientales de la Escuela de La Merced de Fe y Alegría Salvador. Juan San Lorenzo Jaimes, docente de esta escuela explicaba que “Guardianes Ambientales tiene como objetivo generar un movimiento juvenil comprometido con la mejora del entorno medioambiental e impulsar en el centro actividades que contribuyan al medio ambiente”. A día de hoy son más de 143 guardianes ambientales que se ocupan de gestionar un huerto ecológico, de dar formación a los más pequeños, de realizar guías turísticas por la zona entre otras actividades. Durante la presentación se escuchó el testimonio de dos guardianes. “Cuanto más conoces del medio ambiente, más quieres saber, más quieres participar y más quieres comprometerte con su cuidado. Si educamos a las nuevas generaciones en un futuro se podrán erradicar pautas y estilos de vida que degradan el planeta”, explicaba Ruth Noemí, una de las guardianas ambientales. Por su parte, Nelson Omar, guardián ambiental y encargado de cuidar el huerto comentaba que “mi vida es otra desde que estoy en el programa. Antes no me preocupaba tirar la basura a la calle. Ahora sí. Tengo a mi cargo a 40 chicos. Juntos cultivamos hortalizas como rábanos, patatas, pepinos o tomates”.
Los «guardianes ambientales» de El Salvador y los alumnos/as del colegio María Reina de Madrid en el momento de la plantación.
Y es que, al tiempo que se aprende a cultivar hortalizas y flores, se aprende también a cultivar los valores de respeto al medio ambiente y de la responsabilidad que tenemos sobre ello, del cuidado del planeta y de nosotros mismos. Por ello, para finalizar el acto, los jóvenes han plantado flores como símbolo de su compromiso con el cuidado del medio ambiente. Estas flores permanecerán durante todo el año en las aulas del Colegio María Reina, para que tengan presente que hay que seguir defendiendo nuestra mejor escuela ¡La tierra!