Crónica de Laura, joven participante en el VII Encuentro Global de la Red Solidaria de Jóvenes
El VII Encuentro Global de la Red Solidaria de Jóvenes que celebramos el pasado mes de febrero reunió a más de 200 jóvenes como Laura Bonet, una joven de 4º de ESO del colegio Sagrado Corazón Vedruna en Valencia, para vivir una experiencia de transformación que se recoge en la emotiva crónica que hoy nos comparte bajo el título homónimo del Encuentro «La igualdad está en tus manos»:
«Más de doscientas personas de diferentes partes de España, y del mundo, tuvimos la oportunidad de participar en el VII Encuentro Global que Entreculturas organizaba. Acudimos en representación de nuestra Xarxa (Red en valenciano) para pasar un fin de semana en la simulación de un foro de las Naciones Unidas; íbamos a intervenir en un par de talleres, hablar de problemáticas sociales y hacer algunos amigos. Nos quedamos en shock nada más llegar.
Grupos y grupos de jóvenes como nosotros llegaban, maleta en mano, acompañados de sus profesores, corrían de un lado a otro y eran bienvenidos por chicos y chicas con peto rojo, voluntarios, que se convertirían en nuestros hermanos mayores por un par de días. Recogimos, aún sin asimilarlo bien, nuestras credenciales y una vez instalados empezó el que sería uno de los mejores fines de semana de nuestras vidas.
Un par de juegos para hacer la primera toma de contacto después, ya estábamos sentados en nuestros respectivos grupos base en el comedor, aquellos con los que compartiríamos las horas de comida y descanso entre actividades. Era imposible recordar los nombres de todas las personas a las que había conocido ya, pero fue en ese momento en la cena, que el sentimiento de familia del que tanto se habla en Entreculturas realmente me invadió. Perduró durante los siguientes días y estoy segura de que lo hará mucho tiempo más. “No me sentí perdido porque tenía algo a lo que aferrarme, algo a lo que pertenecer y como siempre decimos, que Entreculturas es una familia, pues te acogen, te cuidan y te ayudan en todo lo que pueden.”
Llegamos allí de la mano de Entreculturas, que básicamente es una organización que trabaja por los Derechos Humanos de manera global, principalmente por el de la Educación. Por eso el objetivo era reivindicar la importancia de dar voz y plena participación a los jóvenes; quienes, mediante talleres y momentos de reflexión individual y común, debíamos tratar algunas de las problemáticas más importantes que afronta la sociedad abordando los desafíos mundiales a los que se enfrenta el planeta, a 10 años de alcanzar la agenda por la Igualdad y el Desarrollo Sostenible 2030.
“¿Por qué “Entreculturas”? – ¿Por qué no? Es así de simple.”
Pero quedarse solo con eso sería una tontería. Tres días fueron suficientes para descubrirnos una familia con la que enriquecerse y con la que crecer.
Quienes vivieron eso incluso más que nosotros, y quienes mejor nos lo transmitieron, fueron los voluntarios. Nos dicen que somos lo que se llevan; el recordatorio de que la lucha sigue y no para, el aprendizaje (que también nos llevamos de ellos), nuestra voz marcada con las ideas que un día tuvieron y que siguen ahí. “Sinceramente, como he podido disfrutar de tantos jóvenes, cuando los miro y me veo tan reflejado en ellos lo que me llevo es una tranquilidad y una paz de ver en vuestros ojos un futuro que me relaja y me hace respirar.”
Nos recibieron con los brazos abiertos y nos acompañaron a lo largo del encuentro con una característica empatía de alguien que ha pasado por lo mismo. Y es que es así para la mayoría de ellos, que en algún momento decidieron formar parte de la red de su centro o acercarse a la delegación y se encontraron con mucho más de lo que se esperaban. Algunos, cuentan que les cambió por completo, y que decidieron que no podía quedarse solo con un buen recuerdo y acabaron por convertirse en voluntarios, avivando así la llama.
Ahora parece que nos han pasado el testigo, ya que la idea no se nos quita de la cabeza. Nos resulta impensable que todo esto que acabamos de descubrir se quede en un fin de semana…
“Yo digo que me salvó la vida porque conseguí personas que miraran por mí, que estuvieran pendientes, hice amigos, me desarrollé como persona. A mí, me ha cambiado.»
La historia se repite, ya que la mayoría entraron a partir de las redes de voluntariado joven de su instituto (como nuestra xarxa) y quedaron enganchados al mundo de posibilidades que se abrió ante sus ojos.
Fueron los jóvenes que hoy somos nosotros, repartidos por el mundo con un mismo objetivo, con las mismas ideas entre ceja y ceja incapaces de rendirse.
“No estás solo, vas a entrar en un lugar donde vas a aprender muchas cosas con gente maravillosa y vas a crecer un montón. Es bueno para ti, es bueno para el mundo y es bueno para todo en realidad, te vas a llevar un gran beneficio.“ Y eso justo es lo que destacamos nosotros, los jóvenes. El habernos ayudado mutuamente a salir de esta burbuja en la que vivimos, el despertar con sabor agridulce pero sabiendo que no estamos solos. Nos encontramos en los otros, ahora somos un aviso a tiempo, un abrazo de bienvenida, lágrimas de hastasiempre.
Nos aventuramos, recelosos, a lo desconocido sin saber que, lo bonito de esto, era que teníamos lo más importante en común: la esperanza. La esperanza y la confianza de que podemos cambiar las cosas, juntos. De que esa es la clave, o al menos una de ellas. Nos dedicamos a reflexionar y a poner en común ideas, pensamientos y soluciones para aquellos problemas que nos afectan y nos importan. Pusimos encima de la mesa nuestros puntos de vista, diferentes pero todos compartiendo la misma realidad. Aquella que también nos hizo conocernos y que nos hará recordarnos siempre allá donde vayamos. “Creo que es importante para dar fuerza a la gente joven, porque muchas veces os sentís muy alienados, muy apartados, muy solos. Y creo que es importante, en vosotros está el cambio”.
Laura Bonet Comes es una joven alumna de 4º de la ESO y forma parte de la Red Solidaria de Jóvenes en Valencia. ¡Gracias Laura por tu inspiradora crónica, nos impulsa a todo el equipo de Ciudadanía que forma Entreculturas a seguir trabajando para ofrecer experiencias como esta, te seguimos en el camino!